La
fatiga es la “sensación
de cansancio o agotamiento que se produce
después de realizar un ejercicio físico”. Ésta sería
una de las múltiples definiciones que podemos formular, ya que, desde el
punto de vista de las actividades físicas y el deporte, el término
“fatiga” se utiliza habitualmente para definir diferentes y variados estados del individuo.
Por
ejemplo, cuando un maratoniano abandona una prueba se dice que se debe a
que está fatigado, pero también cuando
un equipo juega muchos partidos continuados y entra en una fase de
resultados negativos o cuando un nadador no ha mantenido el ritmo de la prueba; también se puede hablar de fatiga de una persona, de un grupo
o equipo determinado e incluso de una parte del cuerpo o fatiga muscular
localizada en un segmento en concreto.
Causas
y tipos
Las
principales causas son:
- el exceso de trabajo físico superando los límites de tolerancia, bien sea por elevados volúmenes del mismo o por utilizar cargas demasiado intensas
- o bien se puede deber a la deficiencia en los descansos o a no respetar los períodos de reposo adecuados e incluso por una alimentación e hidratación incorrectas e insuficientes.
-
Disminución en las reservas energéticas, como por ejemplo el glucógeno.
-
Acumulación de sustancias resultantes del metabolismo, como el ácido láctico.
-
Cambios enzimáticos, electrolíticos, hormonales, celulares, etc.
Estas
causas son de carácter fisiológico, dando lugar a lo que se conoce como
fatiga física,
pero también viene acompañado de mermas en otros
niveles: la fatiga
mental da lugar a la pérdida de la concentración
necesaria, la fatiga
sensorial
a disminuciones en la percepción visual, auditiva o táctil y la fatiga
emocional
a la ausencia o alteración de los estímulos emocionales necesarios
para alcanzar el rendimiento óptimo.
En realidad podemos hablar por un
lado de fatiga física (motora y coordinativa) y por otro de fatiga
nerviosa (mental, sensorial y emocional) pero que no se manifiestan de
forma aislada e independiente, sino que lo hacen de forma combinada
dando lugar a diversos síntomas.
Síntomas
Cuando un deportista comete
algunos de los errores descritos anteriormente su organismo comenzará a
sufrir esas modificaciones fisiológicas y como consecuencia se podrá
detectar:
-
Sensación de cansancio incluso al realizar las acciones más simples y ligeras.
-
Pesadez muscular en ocasiones acompañada de molestias o pequeños dolores.
-
Alteraciones en el ritmo cardíaco y respiratorio.
-
Falta de coordinación en los movimientos y errores en la ejecución.
-
Deseo de dejar de realizar los ejercicios.
Si
el proceso de la fatiga es continuado y se debe a un sobreentrenamiento
pueden presentarse signos como:
-
Irritabilidad y apatía.
-
Alteraciones en el sueño.
-
Pérdida de peso.
-
Descenso exagerado en el rendimiento.
-
Falta de concentración y atención.
Qué
hacer en caso de fatiga o para evitarla (tratamiento)
Primero
debemos diferenciar la fatiga sobrevenida, debida a un esfuerzo puntual y la producida por un trabajo
prolongado y continuado en el tiempo que dará lugar a un estado de
sobreentrenamiento.
En el primer caso lo aconsejable es:
- Descanso adecuado, realizar un trabajo de recuperación y relajación e incluso aplicar alguna técnica de recuperación como el masaje o la hidroterapia.
En
el caso de sobreentrenamiento deberíamos analizar todas las posibles
causas y actuar en consecuencia, pero en términos generales se
recomienda:
- Reducir el trabajo o realizar un reposo deportivo si fuera necesario, dieta adecuada e incluso aporte de suplementos vitamínicos si el médico así lo recomienda.
- Utilizar métodos de relajación y respiración para disminuir la tensión nerviosa.
- Realizar calentamientos al principio de cada sesión de trabajo y terminar todas ellas con ejercicios de recuperación y vuelta a la calma.
- Por último, aplicar las diversas técnicas especiales de recuperación como la hidroterapia, termoterapia, masaje, etc.
Fuente: http://www.deportedigital
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