Siempre me he preguntado de dónde sacaban los guionistas las tramas de House.
Desde el principio de la serie se dijo que estaban extraídas de hechos
reales y por lo que he leído en gran parte es cierto, lo cual me lleva a
la afirmación que la realidad siempre supera a la ficción.
Debo de reconocer que si me tocase un tipo como House de médico: solitario, soberbio, prepotente, cínico, sarcástico, en resumen detestable, insociable e impresentable, aunque me salvara la vida, de verdad que no se qué haría. Te salva pero te humilla, te ayuda pero te maltrata, hostiga y te destroza psicológicamente. Lo peor de todo es que conozco varios médicos que se comportan con la misma prepotencia como si fueran House, pero que no pasan de la anodina vulgaridad. De hecho en la tercera temporada House ridiculiza un policía y tras pedirle a House que se disculpe, algo que el médico rechaza, decide hacerle la vida imposible. Es curioso que una persona en apariencia tan detestable logre tantos adeptos, por eso la serie no me atrapó desde el principio, sino todo lo contrario, me parecía un tipo vomitivo.
Plantear esta serie como una especie de novela policíaca
donde la enfermedad era tomada como un crimen y los médicos como
detectives que deben resolver el misterio, y a través de una serie de
pistas (síntomas), deben hallar al culpable, la causa de la enfermedad.
Como dice la Wikipedia sus similitudes a Sherlock Holmes
son obvias y eso me ayudó a hacerme un seguidor de esta serie que
siempre es igual en su desarrollo, pero siempre es distinta. Lo que está
claro que estamos ante una serie con buenos guiones, buenas
interpretaciones y excelentes personajes, en resumen una de las grandes
series de la década.
Ahora os presento un capítulo de la tercera temporada titulado "El cabrón" donde un adolescente especialmente odioso sufre un repentino ataque de rabia durante un torneo de ajedrez rápido, lo que le lleva a agredir a su desdichado rival. A partir de ese momento, el equipo del doctor House, se encarga de descubrir el origen de las diferentes dolencias que aquejan al ajedrecista. Hay que leer este gran artículo para entender el capítulo y la partida que juegan ambos.
Fuente: chusmarinista
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