23/03/2011 - ANÁLISIS DE LUIS VILLANUEVA, Director Técnico de Natación RFEN, el cual diserta en este análisis de la Natación en España sobre la filosofía que existe respecto a las piscinas de 25 y 50 metros, lo que comunmente denominamos temporada corta y temporada larga. No te pierdas esta reflexión del máximo responsable RFEN de Alto Rendimiento que ha denominado "Las bicicletas no son para el verano" parafraseando la idea del título de la popular obra de teatro de Fernando Fernán—Gómez.
A principios de los años 90 se decidió que el Campeonato de España, que entonces llamábamos de invierno, debía disputarse en piscina larga. Hasta entonces, las competiciones en piscina de 50 metros estaban reservadas para el verano.
En aquella época, las piscinas de 50 metros cubiertas en funcionamiento en España se podían contar con los dedos de una mano, y sólo unos privilegiados podían entrenar regularmente en ellas. En los 20 años que han transcurrido desde entonces se han construido decenas de piscinas de 50 cubiertas y hoy en día son multitud los programas con acceso a las mismas desde principio de temporada.
Sin embargo, la filosofía de que la piscina de 50 metros es para el verano sigue enraizada en lo más profundo de nuestro sistema. Lo que a principios de los años 90 fue una excepción sigue siéndolo hoy en día de hecho, hasta 2009, el campeonato de primavera seguía siendo la única competición en larga que se hacía antes del mes de julio.
El esfuerzo que Fernando Navarro pidió hace 20 años acabó aceptándose, pero no llegamos a entender que no era suficiente. La natación de verdad se hace en piscina de 50 metros. Cualquier país que aspire a disponer de resultados internacionales consistentes tiene que relegar la piscina de 25 a un lugar secundario. Y no es suficiente con que los que están en el Equipo Nacional lo entiendan y acepten. Si queremos tener una natación potente tenemos que involucrar en el proceso a todo el sistema.
La piscina de 25 metros es una excelente herramienta de trabajo. El entrenamiento en piscina larga se complementa perfectamente con la utilización de la piscina corta de manera frecuente, pero hemos de entender que esta, y sólo esta es su función, cualquier otro protagonismo para la piscina de 25en un país que aspira a un papel relevante en el panorama internacional, sería un error. E insisto en que no me refiero a los nadadores que están o se preparan para estar en el Equipo Nacional, ni tampoco a los nadadores absolutos.
Cambiar el rumbo de nuestros resultados no es función exclusiva de la RFEN, el liderazgo nos corresponde a nosotros, pero no podemos hacerlo solos, ni podemos pensar que el cambio va a producir resultados inmediatos. No podemos pretender tener un Equipo Nacional consistente internacionalmente en piscina larga si la natación española considera la competición en piscina de 50 antes del mes de julio, como una excepción o una concesión incómoda que favorece exclusivamente a los nadadores que en ese momento forman parte del Equipo Nacional.
Muy pocas son las Comunidades Autónomas e incluso las capitales de provincia que no disponen de instalaciones de 50 metros cubiertas. Lo que en los años 90 era un absoluto privilegio, hoy es moneda corriente. Sin embargo, nuestro calendario de competiciones apenas se ha modificado desde entonces. La excepción pretendía favorecer la preparación y selección del Equipo Nacional sin perjudicar al resto, cuando el resto era clara mayoría. Hoy mantenemos el discurso… cuando son la excepción los programas exigentes que no tienen acceso a la piscina de 50.
Si queremos cambiar el futuro tenemos que empezar ya, no podemos pretender tener un Equipo Nacional con buenos resultados en piscina larga cuando el sistema piensa exclusivamente en piscina corta. El Equipo Nacional es, para bien o para mal, un reflejo de nuestro sistema. Si queremos un cambio radical en los resultados internacionales, tenemos que modificar el sistema.
La piscina de 50 metros ha de ser nuestro campo de batalla y tenemos que acostumbrarnos a que todas nuestras competiciones se desarrollen en larga desde enero hasta agosto, las absolutas, las junior y las infantiles. ¿O es que alguien entendería que los ciclistas aceptaran que las bicicletas son para el verano?
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